Perros de raza Dobermann con trastorno compulsivo canino(CCD) presentan anomalías estructurales en el cerebro similares a personas con trastorno obsesivo compulsivo, según un estudio de la profesora Niwako Agato. Mediante estudios de Resonancia Magnética realizado en 8 Dobermann con CCD hallaron que el volumen total de su cerebro y de su materia gris era superior al de perros de la misma raza sin CCD y además tenían densidades inferiores de materia gris en el cortéx del cíngulo anterior y la ínsula anterior derecha.